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Julie McKinney, MS
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June 8, 2022

Cómo abogar por tu hijo con discapacidad… y obtener resultados

Aprende a abogar por tu hijo y a obtener resultados con estos 6 consejos prácticos que asegurará sus derechos y los tuyos también.

 

¡Criar a un niño con una discapacidad o una diferencia de aprendizaje no es fácil! Eso lo aprendimos todos en Crianza 101, ¿verdad? (Bueno, en realidad no, ¡pero ahora lo sabemos!) Cuando empezamos a trabajar con los servicios escolares y la burocracia del gobierno, nos damos cuenta de que a veces tenemos que presionar un poco para defender las necesidades de nuestros hijos. Aquí tienes 6 consejos sobre cómo abogar por tu hijo y obtener resultados:

1. Conoce tus derechos. Recurre a la ley cuando sea necesario.

Hay leyes que protegen los derechos de las personas con discapacidad. La ADA (Ley de Estadounidenses con Discapacidades) y la Sección 504 de la Ley de Rehabilitación garantizan su derecho a la igualdad de acceso a todos los servicios públicos. IDEA (Ley de Educación para Personas con Discapacidades) (en inglés) les garantiza una “educación gratuita y apropiada (FAPE)”. Infórmate sobre los derechos de tu hijo y utilice ese conocimiento para presionar por lo que necesita. Si tu hijo tiene un IEP (plan de educación individualizada) y la escuela dice que no puede proporcionar un servicio que está escrito en él, entonces sólo di “IDEA lo requiere, y punto. Tienen que resolverlo”. Es más efectivo pasarlo a la ley que enfadarse.

2. Mantén a tu hijo en el centro de todo.

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Familias e Historias: Tu conoces mejor a tu hijo, con Neda.

[Neda Fanguy] Puedes algo así como sentir como si estuvieras creando una tormenta en un vaso de agua, ¿sabes? Pero tú conoces mejor a tu hijo, ¿verdad? mejor que nadie. Y entonces, yo diría, ya sabes, sé su voz.

Empieza asumiendo que el objetivo de todos es ayudar a tu hijo. Mantén sus necesidades en el centro de todo. Nadie discutirá esto. A veces parece que tú personalmente estás en una batalla con la escuela u otro proveedor de servicios. Recuérdales que su objetivo mutuo es ayudar a tu hijo y proporcionarle lo que le corresponde por ley. “¿Qué podemos hacer juntos para satisfacer las necesidades de mi hijo aquí?”

3. Mantén la calma pero con firmeza. Intenta mantener las emociones al margen cuanto más sea posible.

Es muy fácil ponerse emocional, especialmente cuando estás preocupado por tu hijo. Pero eso no ayuda a la situación. Es más eficaz mostrarte tranquilo, educado y racional. Sé firme pero no seas oposicional. “De una forma u otra, tenemos que hacer que esto funcione. ¿Quién tiene una sugerencia diferente?”

4. Guarda un historial en caso de que tengas que demostrar lo que pediste, lo que la escuela aceptó y cuándo.

Cada vez que te comuniques con la escuela o con una agencia gubernamental, guarda un registro escrito con una fecha. Puede ser una carta (guarda una copia) o un correo electrónico. Sólo algo que puedas mostrarles más tarde para demostrar lo que se dijo. Esto ayudará a que se responsabilicen y a que se atengan a los plazos establecidos. Por ejemplo, si pides una evaluación de educación especial, la escuela tiene 5 días escolares para obtener tu consentimiento y 30 días escolares para hacerlo. Si no lo hacen, puedes demostrarles cuándo hiciste la solicitud.

5. Conoce la cadena de mando y sube al siguiente nivel, si es necesario.

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[Neda Fanguy] Antes que nada, para todos los demás padres, yo diría que si tienen un presentimiento de que algo no está bien, no lo ignoren.

Ya saben, si tienen una intuición de madre o lo que sea, siempre comuníquenle a un proveedor sus temores.

Y si no escuchan, o lo minimizan, acudan a otro, o díganselo de nuevo y continúen haciéndolo.

Aprender a defender a tu hijo significa aprender cómo funciona el sistema. Si tienes una queja con los servicios escolares, empieza por el profesor de tu hijo o el equipo del IEP. Si se resisten o no responden, el siguiente paso puede ser el director. Si eso no ayuda, ponte en contacto con la oficina de educación especial de tu distrito escolar. Después, a la oficina estatal. Aprende sobre el proceso de resolución de conflictos (en inglés) y conoce a las personas y los departamentos. ¿Sigues sin conseguir nada? Llama al Centro de Formación e Información para Padres (en inglés) de tu estado. Todos los estados tienen al menos uno para apoyar a los padres de niños con discapacidad y ayudarles a defender sus derechos. En resumen: no te conformes. Pasa al siguiente nivel.

6. Esté atento a la discriminación o a la discriminación por perfil.

Todo el mundo quiere ayudar a los niños a salir adelante. Pero, lamentablemente, sigue habiendo prácticas injustas y un trato desigual. Sabemos que los estudiantes negros y latinos son disciplinados mucho más que los blancos (en inglés). Sabemos que la cultura familiar desempeña un papel en la forma en que los niños interactúan en la escuela, y que “portarse mal” es a menudo malinterpretado (en inglés). Esté atento a los estudiantes que reciben un trato diferente o inapropiado, incluso si no es tu propio hijo. Si ves prácticas racistas o injustas, habla. Habla con la dirección. Habla con otros padres. Haz un escándalo. (¡Pero intenta seguir el consejo nº 3 si puedes!).

No es fácil abogar con eficacia. Nadie quiere ser la rueda que rechina, pero a veces hay que serlo. Si sigues estos consejos, puedes defender los intereses de tu hijo sin ser demasiado chirriante. Mantén la calma, aprende lo que tienes que hacer y ten suerte. ¡El esfuerzo valdrá la pena!

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